¿Qué pasa con el sector lácteo español?

 

Para tener una visión clara del problema del sector lácteo en España tenemos que retrotraernos al año 1986. En Enero de ese año, bajo el gobierno de Felipe González, España entra en la Comunidad Económica Europea. Uno de los requisitos para entrar en el mercado común era la adopción de un sistema de cuotas para controlar la producción en el sector lácteo. De esta forma, España no puede producir, legalmente, más de 6 millones de toneladas de leche al año aunque su consumo sea de 9 millones de toneladas. El país que se pase de la cuota asignada deberá pagar una multa conocida como supertasa.

Recordarás, si pasas de los treinta, las famosas tractoradas de finales de los ochenta como protesta por esta política de cuotas. Sin embargo, a la larga, se convirtió en un negocio rentable. No para todos, claro. Miles de pequeñas explotaciones se vieron obligadas a cerrar. A finales de los ochenta existían 200.000 explotaciones en España, hoy 40.000. El comportamiento de las distintas comunidades autónomas no fue igual. Las explotaciones gallegas, por ejemplo, se dedicaron a comprar cuota mientras que en otras zonas de España se ha optado vender cuota y cobrar las primas que da el gobierno por abandonar la producción. Tanto es así que Galicia produce, actualmente,  2,2 millones de toneladas de leche de los 6 que puede producir España.

El problema apareció con el advenimiento de la crisis de 2008. Los consumidores se ven obligados a minimizar los gastos en la cesta de la compra y un elemento esencial para el ahorro es la leche. La leche de marcas blancas es un 26% más barata que la de los grandes fabricantes. Los grandes distribuidores como Eroski, Mercadona o Carrefour optan por comprar la leche barata de los productores franceses y portugueses para sus grandes cadenas de distribución. De esta forma los ganaderos españoles, incapaces de competir con los precios de Francia y Portugal, son incapaces de colocar su leche.

Ante esta situación los ganaderos piden la intervención del Estado en el mercado para poder competir en igualdad de condiciones. En concreto, estas son sus peticiones:

• Garantía de recogida de leche
• Establecimientos de precios mínimos
• Ayudas económicas
• Proteccionismo para que no se compre leche más barata a otros países
• Normas antidumping, evitar que otros países vendan la leche más cara aquí que en su propio país.
• Otras

Manifiesto completo.

Este es a gr,andes rasgos, el planteamiento del problema. La solución es compleja y, en estos momentos, no puedo dar una valoración personal sobre el asunto ya que no tengo a mi disposición, ni siquiera con todo Internet en mis manos, todos los datos necesarios para ofrecer un juicio acertado. Sin embargo, puedo daros las dos corrientes de opinión más recurrentes sobre este tema:

Corriente de opinión 1: La opción liberal, capitalista y de derechas

• El sector lácteo es un sector como otro cualquiera expuesto a la competencia en los mercados. ¿Porqué se tendría que ayudar a este sector y no a los peluqueros, los vendedores de libros o los productores de carne de pavo? Recordemos que las ayudas que concede el Estado las pagamos todos a través de los impuestos.
• Es cierto que en los últimos años se produjo una fuerte reconversión del sector, modernizando las instalaciones y favoreciendo la productividad, Sin embargo no es suficiente. Francia dispone de un sector lácteo mucho más fuerte basado en pocas explotaciones pero muy grandes y con altos niveles de producción que les permiten ser  más competitivos bajando los precios de la leche si el momento lo requiere.
• Una forma eficaz de competir podía haber sido la formación de grandes cooperativas que además de producir leche se dedicaran a comercializarla como hace Central Lechera Asturiana. Pero para eso es necesario arriesgarse  en un nuevo proyecto que puede ser arriesgado y el miedo a las pérdidas, la desconfianza entre los ganaderos y otras razones paralizan la iniciativa. De esta forma, nunca podremos competir con los franceses.
• En esta guerra de precios el principal beneficiado es el consumidor que tiene a su disposición leche más barata en estos momentos de crisis. Las ganaderos que no puedan competir acabaran, irremediablemente, fuera del mercado.

Corriente de opinión 2: La opción intervencionista, socialista y de izquierdas.

• El sector lácteo es o debe ser, para España, un sector estratégico ya que de él dependen miles de ganaderos y el mundo rural.
• Francia cuenta con un sector lácteo más potente porque recibe subvenciones y eso le permite bajar el precio de sus leche por debajo de los costes de producción.
• Esto hace que vendan sus excedentes más caros a España. De hecho, en Francia, los ganaderos perciben 32 céntimos por cada litro, pero la que entra en España se paga a 24 céntimos, según las estimaciones de las organizaciones agrarias. Esta práctica se denomina dumping y está prohibida. Es imposible competir, con ellos, en estas condiciones.
• Además el sector lácteo español es más joven ya que empezó a desarrollarse más tardíamente. Los ganaderos españoles llevaron a cabo un extraordinario esfuerzo inversor para mejorar sus instalaciones y comprar cuota. Hasta el punto de alcanzar los niveles europeos en unos pocos años. Sin embargo esto provocó un fuerte endeudamiento que les impide bajar más los precios, ya que de ser así no podrían pagar los créditos que deben.
• Debemos apoyar al sector en todos los sentidos, tanto comprando leche de origen español (aunque sea más cara) como apoyando la implantación de las  ayudas que solicitan al gobierno.
• La formación de una gran cooperativa que se dedique a la comercialización y a la distribución, además de a la producción, tiene un coste inicial altísimo que los ganaderos no pueden afrontar convirtiendo el proyecto en inviable. 

 

 

Todas estas razones podrían tener diferentes matices y estarían expuestos a réplicas y contrarréplicas pero, creo, que  engloban los puntos principales de las dos corrientes de opinión mayoritarias.

En todo caso el mercado del sector lácteo se va a liberalizar en 2015 y desaparecerá el actual sistema de cuotas. Esto provocará, probablemente, la desaparición de la mayoría de las explotaciones españolas.

Más info  ¿Por qué España no puede competir con Europa en el sector lácteo? (Un artículo muy esclarecedor)