Los experimentos psicológicos: Stanford

Teniendo en cuenta la baja calidad de las películas del cine actual (podéis ver mis críticas en la sección de "Otros proyectos" de la columna de la derecha de este blog) no queda más remedio que recurrir a la televisión para ver cine de calidad. En este sentido tuvimos la oportunidad de ver el otro día en la 2 la interesante "El experimento". Esta película alemana de 2001 está basada en el experimento de la cárcel de Stanford. En este estudio psicológico llevado a cabo en 1971 por el Doctor Zimbardo de la Universidad de Stanford se media la respuesta humana a la cautividad. En concreto consistía en reclutar a 24 voluntarios (todos estudiantes que accedían a cambio de 15 dólares al día) que se dividían en prisioneros y guardias en una cárcel ficticia. Los guardias debían mantener el orden de la forma que creyesen más oportuna con la única restricción de no usar la violencia.

El resultado fue desastroso y se descontroló ya al segundo día. Los prisioneros sufrieron un tratamiento sádico y humillante a manos de los guardias, y al final muchos mostraban graves desórdenes emocionales. Entre otras cosas les negaban Imagen realel derecho a ir al baño o a comer, les obligaban a dormir desnudos en el suelo de hormigón, a limpiar los retretes con las manos o a llevar a cabo actos homosexuales como humillación.

Y todo esto sabiendo que se trataba de una simulación, un juego que se gravaba con cámaras.

En seis días se tuvo que cancelar el experimento lo que provocó el enfado de muchos de los guardias. Estaba previsto que durase 14 días.

Aquí te dejo una página en la que se recogen datos, imágenes, vídeos y conclusiones del experimento de la mano del propio Doctor Zimbardo. En ella se dice sobre los presos lo siguiente :

Su sentido de la realidad había dado un vuelco y ya no percibían el encarcelamiento como un experimento.

En cuanto a los guardas se dice:

Había tres tipos de guardas. En primer lugar, estaban los guardas duros pero justos, que seguían las normas de la cárcel. En segundo lugar, estaban los "buenos tíos", que hacían pequeños favores a los reclusos y nunca los castigaban. Y por último, casi una tercera parte de los guardas eran hostiles, arbitrarios e imaginativos en sus formas de humillar a los reclusos. Estos guardas, aparentemente, disfrutaban completamente del poder que ejercían, a pesar de que ninguno de nuestros tests de personalidad previos había podido predecir este comportamiento.

(...) ¿Cómo hombres "normales", mentalmente sanos e inteligentes, podían convertirse en perpetradores del mal de forma tan rápida?

Recordemos que todo sucedió en sólo 6 días... realmente impresionante. En breve hablaré de otro experimento psicológico, si cabe, más brutal.

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